Andar endeudado es una manera de andar esclavizado. La deuda limita nuestra capacidad financiera al tener que destinar parte de nuestro presupuesto a pagar cuotas e intereses.
«El que nada debe, nada tiene», si bien este refrán financiero nos puede llevar a pensar que la deuda puede llegar a ser útil en nuestra vida, tenerla de manera irresponsable o desordenada trae dolores de cabeza financieros muy grandes y llevarnos a pasar años tratando de librarnos de las mismas. Claro, no toda deuda es mala, pero hoy no hablaremos de eso sino de cómo salir de las deudas que hoy tenemos.
Primero conozca su deuda
Entrando en materia, lo primer que usted debe revisar y monitorear son los niveles de deuda que tiene. Para esto, dos preguntas son claves: ¿Qué porcentaje de sus gastos mensuales corresponden a cuotas? y ¿Qué porcentaje de su patrimonio son deudas?. Para la primera, sume todas sus cuotas y divídalas por el total de sus gastos mensuales incluyendo cuotas; para la segunda, sume el total de sus deudas y divídalas en el total de su posesiones o activos (casa, ahorro, CDT’s, carro, empresa o negocio, etc.).
Cuotas / Total de gastos y egresos.
Máximo. |
30% |
Deuda / Total activos
Máximo. |
50% |
Si sus cuotas son más del 30% o cercanas a éste, necesita urgentemente reestructurar su deuda. Y si, sus deudas son más del 50% o cercanas a éste del total de sus activos, querido lector, es necesario ver cómo comenzar a bajar ese nivel de deuda.
Pague, pague y pague
Si usted pensaba que había una fórmula mágica para salir de deudas sin pagar, lo siento, eso no es bíblico. Hay que pagar, hay que honrar las deudas que nosotros mismos decidimos adquirir. Ser responsables es el primer paso para tener libertad financiera. Así que, haga un inventario de sus deudas que incluya valor de la cuota, saldo por pagar de la deuda y plazo o cuotas pendientes, y haga un plan de pago sobre las mismas. Ore, Dios siempre le dará la mejor estrategia, lo importante es comenzar a dar pasos de fe y conocer qué es lo que realmente debe, no le de miedo, comience. Les recomiendo leer 2 de Reyes 4:1-7 ¿Cuál es el aceite que hay en tu casa?.
Pague las pequeñas primero, concéntrese en las grandes
Las deudas pequeñas son las primeras que usted debe tratar de pagar, esto le liberará una porción de sus gastos mensuales y le ayudará a concentrarse en las deudas más grandes. Por lo general, estas deudas pequeñas son las que tiene una mayor tasa de interés, esto quiere decir, que son las más costosas. Por otro lado, las grandes pueden ser más atractivas para que un banco entre a negociar con usted un plan de pagos. Busque una compra de su deuda por parte de otra entidad en las grandes. Si no puede pagar todas las pequeñas, trate de unificarlas con un sólo banco a través de una compra de cartera. Las compras de cartera son importantes porque ayudan a bajar la tasa de interés.
Ahorre, aunque crea que no puede
El ahorro es muy importante, más cuando estamos endeudados. El ahorro nos ayuda a evitar nuevas deudas y nos da la opción de buscar inversiones para tener ingresos adicionales.
Busque ingresos adicionales y revise su estilo de vida
Si tiene deudas es porque o sus ingresos no son suficientes o su estilo de vida es más caro del que puede costear o las dos cosas. Es importante buscar opciones para generar ingresos adicionales, no importa que no sean muy altos, de 100 en 100 se llega a mil y de mil en mil a un millón. Son 100 que antes no tenía. Por otro lado, revise cómo está su estilo de vida y revise su presupuesto para encontrar fugas en el mismo. Recuerde que las pequeñas zorras se comen el fruto.
Evite nuevas deudas
Pare de endeudarse. No podrá encontrar la libertad financiera si sigue aceptando créditos. Dependa de Dios y busque los recursos en otras fuentes, la deuda siempre será la salida fácil y la menos saludable. Es como querer bajar de peso y sólo comer papás fritas porque son las más baratas y fáciles de hacer. Aquí los dejamos con algunos consejos para evitar nuevas deudas:
Tenga contentamiento. 1 de Timoteo 4:4 dice que Dios creó todo bueno y que todo lo que recibimos con acción de gracias es agradable. Ame lo que hoy tiene, ahorre para mejorarlo mañana. No sea conformista pero tampoco viva en la queja.
Huya de las tarjetas de crédito y créditos de consumo. Son los más caros créditos y los más difíciles de pagar. No acepte un crédito rotativo y cierre el que vaya pagando. Rompa sus tarjetas y cancélelas cada vez que vaya quedando a paz y salvo con alguna de ellas.
No sea fiador. La Biblia es clara, salir fiador de alguien es caer en una trampa de deuda. Usted no disfruta el crédito pero si tendrá que pagarlo.
Fuente: https://beministry.org/finanzas-c/consejos-para-salir-de-deudas/