Aprenda a cuidar su bolsillo de las decisiones impulsivas

Es probable que crea que lo están espiando o que esto es una suerte de horóscopo sobre sus finanzas; sin embargo, en realidad, lo que ocurre es que los siguientes problemas son muy comunes en una sociedad donde la educación financiera aún está en pañales. ¿Llega a fin de mes sin plata? ¿Tiene una tarjeta de crédito que no aguanta una compra más? ¿Ha tenido que aplazar varias veces la idea de estudiar porque no tiene los recursos? ¿Quiere dejar de vivir en arriendo, pero cada día ve más lejos la posibilidad de tener su casa propia? ¿No sabe en qué se le va el sueldo?

En Colombia, solo el 32 % de los adultos tienen algún grado de educación financiera; mientras que en Noruega, Dinamarca y Suecia ese indicador llega al 71 %, entendido como aquellos que estuvieron en capacidad de responder tres de cinco preguntas básicas sobre inflación, riesgo y tasas de interés, de acuerdo con la encuesta S&P Global FinLit, elaborada por McGraw-Hill, el Banco Mundial y Gallup.

Así mismo, señala que el país solo está por encima de naciones como Paraguay, Argentina, Nicaragua y Perú, que reportaron porcentajes de 6, 7 y 8 %. En general, en la región solo el 24 % de los habitantes ahorran en entidades financieras, y en total 33 % hace un ejercicio de ahorro alterno, bastante menos que en los países de altos ingresos, donde el 71 % sí ahorra.

Ante este panorama, y tras conocer de cerca los casos de varios amigos, el economista y periodista de El Espectador Camilo Vega decidió escribir el libro Guía para no estar pelado. Un texto que a partir de casos reales da tips para garantizar la no repetición de esos errores que lo terminan ahorcando financieramente. Aunque el texto tiene un claro enfoque para los jóvenes, en realidad se acerca a todo tipo de público, pues el problema es transversal a todas las generaciones.

“Los jóvenes no es que sean malos administrando la plata, sino que requieren más motivación que otros. Pueden generar grandes cantidades de ahorro si tienen un buen motivo para hacerlo. Si le digo a un joven que se pase de tomar un café que cuesta 6.000 pesos a uno de 2.000 porque se podrá ir a Europa, pues lo hará”, dice Vega, y concluye: “No hay sueños buenos ni malos, lo malo es no cumplirlos por simple desorden”.

Estos son algunos consejos para lograr sus sueños o, por lo menos, no vivir pelado…

1.    Ojo con el arriendo

El arriendo debe representar máximo el 30 % del salario mensual, de lo contrario comenzará a asfixiarse financieramente. Si paga más que esto, debe considerar cambiar de vivienda.

2. El equilibrio perfecto con las tarjetas de crédito

El cupo de la tarjeta de crédito nunca debe superar el salario mensual. De esta manera, cualquier impulso de idiotez al comprar será remediable. Cuantas menos cuotas, menos intereses pagará, y sus finanzas lo agradecerán. Sin embargo, debe llegar a un equilibrio para que estas cuotas representen máximo el 10 % del salario mensual, de esta manera no se asfixiará financieramente. Inclusive, sugieren que si no tiene fuerza de autocontrol, es mejor que congele o devuelva la tarjeta.

3.Calcule el costo de los intereses

Uno de los mayores errores al comprar con tarjeta de crédito es fijarse solo en el costo de la cuota mensual que se tendrá que pagar. ‘Son solo 80.000 pesos al mes y 18 meses pasan rápido’, se dicen a sí mismos. Pero lo que no miden es que pueden terminar pagando dos y más veces el precio del producto o servicio, simplemente por no calcular el costo de los intereses en la calentura del ‘¡lo quiero ya!’, o por simple pereza. Otra cosa: las tarjetas de crédito tienen las tasas de interés más altas del mercado financiero y hay otras formas más inteligentes, como un crédito de libranza, por ejemplo (tasas mucho más bajas).

4. 10 % de ahorro que ni vea

Ahorrar es la única manera de crear una base financiera. Destine 10 % de sus ingresos mensuales al ahorro, en lo posible con algún propósito a corto, mediano o largo plazo que lo estimule.

5. No a las hormigas

Evite a toda costa los gastos hormiga, que son esos gastos diarios que parecen pequeños, pero que al final de mes suman una fortuna (café, antojos, transporte, etc.). Examine cuáles puede evitar, reducir o reemplazar por alternativas económicas.

6. Revise las marcas en las que gasta

Aplica para la telefonía móvil, internet, para el mercado y hasta el café. Si lleva más de un año consumiendo una marca, es posible que encuentre en otra empresa mejores precios por el mismo servicio, o incluso uno mejor. Si les dice que los va a cambiar por la competencia es probable que además le mejoren el plan.

7. Que valga la pena el posgrado

Solo hay que endeudarse para estudiar un posgrado si hay certeza de que va a representar un incremento salarial de por lo menos el 30 %. Además, debe estar seguro de que hay demanda para ese título en el mercado laboral. Si no cumple con estas dos condiciones, es mejor no estudiarlo, y contemplar otras alternativas de formación.

8. Pida créditos de viviendas que pueda pagar

El valor del inmueble que piensa comprar por medio de un crédito hipotecario debe ser máximo 40 veces el salario mensual que se espera en los próximos cinco años. De esta manera podrá pagar el préstamo en menos de 15 años por medio de cuotas que representan el 30 % de salario mensual.

9. Nada mejor que finca raíz

La plata del arriendo se la lleva el río. Comprar vivienda, con inteligencia, es una buena inversión. Puede empezar con un aparta estudio y luego cambiar (hay que tener claro que es una forma de ahorrar). Y sáquese de la cabeza el mito de estrenar.

Menú